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Dieta
del Ejecutivo
La ansiedad
que habitualmente acompaña a los ejecutivos, obliga a estos profesionales
a cuidar su alimentación para evitar trastornos cardiovasculares
u otro tipo de problemas como la obesidad. Evitar las grasas de origen
animal e incrementar el consumo de frutas y verduras son algunos de los
hábitos que deben adquirir.
En España,
la esperanza de vida ronda en la actualidad los 80 años, en el
caso de las mujeres, y 73, en el de los hombres. Unas edades, que según
los expertos, serán superadas en los próximos años
debido al mejor conocimiento de las enfermedades y sus causas.
Las mejoras
experimentadas en el mundo de la medicina preventiva o las vacunas también
contribuirán a prolongar la vida. Pero, a la hora de garantizar
la longevidad influyen más aspectos, entre ellos, la dieta. Quizás,
uno de los sectores de la población que más descuida este
aspecto es el integrado por los ejecutivos: personas entre 30 y 65 años,
bien dotadas física e intelectualmente, con posibilidades económicas,
pero, sometidas a estrés casi constante.
Comer
con moderación
Por lo general, estos profesionales comen demasiado bien, lo que a corto
o largo plazo, se traduce en obesidad, diabetes, trastornos cardiovasculares
o cáncer. Problemas que, en buena medida, se podrían controlar
o evitar. Una dieta sana pide comer de todo con moderación. La
mayoría necesita alimentos sanos; no malos alimentos combinados
con pastillas.
En primer
lugar, los ejecutivos deben consumir carnes y pescados, siempre a la plancha
o cocidos, acompañados de ensaladas o verduras del tiempo cocidas.
Las proteínas de calidad – en este caso de origen animal-
ayudan con sus aminoácidos a la reparación de las células
y la regulación del metabolismo.
La
importancia de las proteínas
Aunque las proteínas vegetales presentes en la ensalada y verduras
son incompletas, también resultan necesarias, y las combinaciones
de cereales con legumbres, a las que se puede añadir queso fresco
o leche desnatada, proporcionan un buen suplemento de aminoácidos
esenciales.
El contenido proteico no debe exceder del 12% del total de calorías
diarias, porque, cuando la ración alimenticia es demasiado rica
en carne, pescado, huevos o queso, la sangre y las células quedan
sobrecargadas de purinas, ácido úrico y otros tóxicos.
Además, el hígado y los riñones se alteran progresivamente
dando lugar a molestias renales, hepáticas, artríticas o
cardiovasculares.
Reducir
las grasas saturadas
Otro de los hábitos que deben adquirir estos estresados profesionales
es disminuir la ingesta de grasas, especialmente las saturadas. Estas
se encuentran principalmente en los huevos, la leche entera, los quesos,
el yogur entero, las carnes magras, la mantequilla, la margarina de origen
animal y otras grasas de cocina.
Hay que priorizar, en cambio, el aceite virgen de oliva, los de girasol
y maíz en preparados concretos, las margarinas vegetales, las grasas
de pescado. Y, en cantidades menores, los frutos secos, los cereales integrales,
frutas como el aguacate, las verduras y las legumbres. Reducir las grasas
saturadas y utilizar las vegetales es útil para rebajar los niveles
de colesterol en la sangre.
Frutas
y verduras
También es necesario consumir gran cantidad de frutas y verduras
frescas, especialmente las de hojas verdes o colores rojos, que proporcionarán
las vitaminas, minerales y fibra necesarias. La fibra, presente en legumbres
y cereales integrales, también es un elemento indispensable para
evitar el estreñimiento que es una dolencia frecuente en personas
poco activas y que propicia la aparición de hemorroides, venas
varicosas o hinchazón de vientre.
Los
ejecutivos deben disminuir la ingestión de azúcares y sal,
así como desterrar el tabaco y el alcohol. Eso sí:
siempre que lo deseen, pueden tomar un par de vasos de vino durante las
comidas. Además, tendrían que obligarse a beber una botella
grande de agua a lo largo de la mañana o la tarde. Esta debe ser
una norma de obligado cumplimiento.
Por último, es recomendable hacer ejercicio físico si las
circunstancias lo permiten o caminar, al menos, veinte minutos a paso
vivo. Para ayudar al sueño y reducir la tensión y ansiedad
del día, o ideal es tomar como postre alimentos ricos en triptófano,
como requesón, leche semidesnatada, plátanos, dátiles
o cacahuetes.
¿QUÉ
ES LA ANSIEDAD?
Es el conjunto de respuestas de pensamiento, fisiológicas y motoras
que hemos aprendido a dar y son poco válidas para resolver una
situación. Si nos enfrentamos a cualquier situación que
requiera un esfuerzo para resolverla, ya sea físico o intelectual,
nuestro organismo debe activarse: tensando los músculos, bombeando
más sangre y respirando más rápidamente, memorizando
lo aprendido,...
Esta claro
que sin activación no podríamos resolver casi ninguna situación
que se nos presentase en la vida real.
¿Cuándo
activarse es un problema?
Cuando esa activación es innecesaria para resolver unaa situación
e, incluso, nos impide resolverla.
Un
ejemplo
Imagina a dos personas que se están examinando y...
SUJETO A: Lleva unos días
preparándose bien, piensa que puede aprobar ya que sus amigos aprobaron
y no son más hábiles o inteligentes que él. Cuando
se sienta en la mesa y le entregan el examen, su corazón va un
poquito más rápido de lo habitual, pero no le da importancia,
nota que sus brazos y su cuello están un poco tensos, piensa que
si suspende va a tener que "encerrarse" en casa otro fin de
semana, pero se dice que mejor es concentrarse en lo que hace y así
será más fácil aprobar.
SUJETO B: Lleva unos días
muy preocupado porque igual le suspenden, igual le cambian el profesor
que le da las clases o le ponen un profesor muy estricto. Además
igual eligen preguntas muy difíciles para que aprueben sólo
los "más listos".
Cuando le
entrega el examen el profesor, le mira de reojo y piensa que tiene cara
de enfado, agarra el bolígrafo con mucha fuerza, nota que le palpita
mucho el corazón y piensa que igual se pone enfermo, empieza a
sudar mucho y quiere leer la primera pregunta, pero empieza a ver borrosas
las letras, inmediatamente después empieza a pensar que se va a
desmayar y está tan nervioso que es incapaz de contestar a ninguna
pregunta.
Observa
que ante una misma situación, dos sujetos que parecen igual de
hábiles para aprobar, reaccionan de maneras diferentes. Mientras
el primero se "activa" lo suficiente para reaccionar mejor y
más rápido ante la situación, el segundo se activa
tanto que no reacciona adecuadamente. Este segundo es el comportamiento
de ansiedad.
Cómo
enfrentarla?
Cada persona es diferente y como tal tiene distintas respuestas de estrés.
El conocerse a uno mismo, va a permitir modificar aquello que afecta emocionalmente.
Como las respuestas de estrés son diferentes en cada persona, lo
primero que debe hacer para poder modificarlas es saber cuáles
son. Para ello es necesario practicar la auto-observación.
Esta tarea
puede parecerle una tontería; todo el mundo"cree" conocerse
muy bien pero lo cierto es que aunque tenga una idea general de cómo
es, es muy probable que (a no ser que se examine de manera consciente
y premeditada) no sepa concretar exactamente sus reacciones. ¡Muchas
personas llegan a sorprenderse, cuando se observan detenidamente!
Ejemplo
de auto-observación
Pararse a escribir cómo piensa, siente y actúa frente a
una situación, es una buena técnica para empezar a auto-observarse.
A continuación se le presenta un buen ejercicio para empezar a
conocer sus respuestas ante situaciones de ansiedad. Intente responder,
frente a estas situaciones: ha perdido el tren o el autobús, habla
con una persona que le atrae sexualmente, está en un atasco, ha
olvidado una tarea importante; qué piensa, qué siente, qué
hace.
SECCIÓN
DE DIETAS
- RÉGIMEN FÁCIL
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