COMPLICACIONES DE LA VENTILACIÓN MECÁNICA
La ventilación mecánica invierte la fisiología
normal de la ventilación, al crear presión positiva
durante la fase inspiratoria que produce
una serie de alteraciones sobre la circulación
sistémica, el gasto cardiaco, la circulación
pulmonar y el retorno venoso.
El barotrauma es la complicación más común
con una incidencia reportada en la literatura
de entre 7-25%. Se puede presentar en forma
de neumotórax, enfisema mediastinal y enfisema
subcutáneo. La frecuencia está más relacionada
con la patología de base que con el
nivel de presión máximo en la inspiración.
El neumotórax generalmente se evidencia por
un incremento súbito en la presión inspiratoria
pico. Si el barotrauma lleva el neumotórax a
tensión, aparece inestabilidad hemodinámica,
convirtiéndose en una verdadera emergencia
médica.
Prácticamente todos los pacientes intubados
que permanecen en la unidad de cuidado intensivo
son colonizados por los gérmenes predominantes
en las primeras 48 horas. Cerca
de 20% desarrollan neumonía nosocomial.
Los pacientes sometidos a ventilación mecánica
con presión positiva pueden desarrollar
atelectasias, debido a que la presión se dirige
preferencialmente a las zonas pulmonares con
mayor distensibilidad. Las zonas con menor
distensibilidad reciben así menor volumen,
tendiendo a formar atelectasias.
La reducción del gasto cardiaco asociado con la presión positiva es otra complicación común y seria de la ventilación mecánica. Están implicados varios procesos, como el aumento de la presión intratorácica que produce disminución del retorno venoso al corazón. También hay desviación del tabique interventricular hacia la cavidad ventricular izquierda, lo que reduce el llenado diastólico.