El
maldito piñón de la segunda velocidad del eje balader
(marca Deco y con referencia 218, 20 dientes y tres tetones que
enganchan en el piñón de tercera o "directa")
me costo Dios y ayuda encontrarlo, al final apareció uno
de segunda mano bastante bien de estado. El original estaba partido
por la mitad.

Otro
reto fue encontrar el piñón de segunda, esta vez
del tren fijo (Marca Deco y con referencia 236, 16 dientes), Aun
sigo buscándolo.

También
el piñón de salida fue cambiado, estaba bastante
gastado y nunca lo habían sustituido, éste se encuentra
mucho más fácil que el anterior, ya que se rompía
mucho menos.

Este
piñón se podría poner de más o menos
dientes para que nuestra Montesa anduviera un poco más,
subiera mejor, etc.
La
biela y el cigüeñal fueron rectificados para eliminar
la pequeña holgura que tenían, el bulón se
hizo nuevo y colocamos unas nuevas agujas teniendo que cortarlas
para adaptarlas al sistema biela-cigüeñal.

Pulido
de piezas
Las
piezas del motor necesitaron de varias tardes de limpieza, pulido
y sobre todo de muchos mimos.
Las piezas de aluminio se pulieron con discos de fieltro y pasta
para pulir aluminio, el resultado fue un motor que brillaba incluso
más que cuando salió de la fábrica.
El
cromado de piezas
Una
decisión de armas tomar muchas de las partes de la moto
están cromadas, o mejor dicho, lo estaban.Para devolverles
el brillo de épocas pasadas es necesario someterlas a un
proceso de pulido, niquelado y cromado.
Está
tarea debe ser hecha con mucho empeño ya que sino el resultado
será desastroso y el cromado se nos ira en dos días.
Las piezas deben ser cuidadosamente pulidas, cobreadas y posteriormente
cromadas.
Montaje
de la moto
Una
de las tareas que más satisfacción nos aporta en
una restauración es, sin duda, el montaje de las diferentes
piezas sobre ese chasis pintado y brillante.
Por
experiencia os diré que el montaje lleva su tiempo y si
montamos una moto completa en una tarde, tener por seguro que
algo hemos hecho mal.
Yo
empecé a motar las moto por las ruedas, horquilla y tren
trasero, de esta forma tendremos un poco de estabilidad en la
moto para seguir añadiendo piezas
Lo
siguiente el motor

Curiosidad:
En la Montesa Brio (y supongo que en muchas más) una vez
montadas las ruedas y el motor, al poner la moto sobre el caballete,
la moto se apoya en su rueda delantera, este apoyo cambiará
al tener montada por completo la moto, pasando a la rueda trasera.
Recomendación: Para evitar las golpes en las piezas ya
montadas, es recomendable taparlas con un trapo grueso cuando
se proceda a atornillarlas o a trabajar con herramientas cerca
de ellas.
Después de varios días la moto se va armando casi
sola como un puzzle precioso, la piezas encajan perfectamente
y el brillo de una pieza supera al de su vecina, es todo un placer.

Los contrastes de color y el brillo de los cromados y los pulidos
hacen que todas las piezas juntas se parezcan, tímidamente,
a aquella moto que hace muchos días (o años) nos
compramos hecha un desastre.

Los
pequeños detalles como las pegatinas, anagramas y demás
son algo así como la guinda del pastel. Y
lo más importante ... echarle gasolina y darle a la palanca
de arranque a ver que pasa ... por lo general estos "aparatos"
no suelen arrancar a la primera, calma y sosiego.
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