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CONCEPTO,
OBJETO Y PERSPECTIVAS DE LA SOCIOLOGÍA |
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La
sociología es una ciencia que estudia la sociedad humana, entendida
como el conjunto de individuos que viven agrupados en diversos tipos
de asociaciones, colectividades e instituciones.
Más concretamente, su objeto de investigación son los
grupos sociales, sus formas internas de organización, su grado
de cohesión y las relaciones entre ellos y con el sistema social
en general.En suma: la estructura social.
Sin embargo, hay otras ciencias sociales que también tienen
por finalidad el estudio del hombre y la sociedad: la antropología,
la economía, la historia, la psicología social, etcétera.
¿Cuál es la diferencia entre estas ciencias y la sociología?
Tales ciencias estudian aspectos parciales de la conducta humana y
de las relaciones entre los individuos, mientras que la sociología
tiende a la búsqueda de las interrelaciones entre los fenómenos
sociales. De hecho, la sociología abarca aspectos de la realidad
social más complejos y más vastos que las demás
ciencias humanas.
Tampoco puede considerarse a la sociología como una ciencia
enciclopédica, mera síntesis de las demás ciencias
sociales o yuxtaposición mecánica de los conocimientos
que éstas aportan; aunque todas ellas serán elementos
valiosísimos para el investigador sociológico.
En opinión de uno de los grandes clásicos de la sociología,
el francés Emile Durkheim (1885-1917): «Los sociólogos
tienen la necesidad urgente de estar informados regularmente de las
investigaciones realizadas por las ciencias especiales, la historia
del derecho, de las costumbres y de la religión, las estadísticas
sociales, las ciencias económicas, etc.; porque es precisamente
en estas ciencias donde pueden encontrarse los materiales para construir
la sociología».
Para un mejor conocimiento de esta disciplina científica, al
igual que en cualquier otra ciencia, es necesario una correcta concreción
y un manejo adecuado de sus recursos intelectuales.
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LA
RELACIÓN CON OTRAS CIENCIAS SOCIALES |
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Conceptos
tales como «grupos sociales», «instituciones»,
«status», «rol»,
«acción social», «funciones»
y «disfunciones sociales», que serán
analizados más adelante, ayudarán a una mejor comprensión.
Las restantes ciencias sociales habían estudiado los fenómenos
sociales desde perspectivas parciales y especializadas; una institución
como la familia, hasta épocas recientes, no había sido
objeto de estudio. La economía se ha ocupado tangencialmente
de la familia considerarla
como una unidad de consumo dentro del proceso productivo; la antropología
ha efectuado estudios comparados de los diversos modelos de estructuras
familiares según el tipo de cultura o civilización a
la que pertenecen; el derecho, en su vertiente civil, se ha ocupado
de la normativa jurídica que afecta a la familia y a sus componentes;
ciertas teorías políticas de carácter conservador
se han interesado por la familia al considerarla como el núcleo
básicoque mantiene cohesionada la estructura social.
La sociología
(o una parte especializada de ella )se ocupa de la
familia como un tipo especial de agrupación humana, difundida
bajo diversas formas en todas las culturas, estudiando el matrimonio
como núcleo básico, el divorcio y sus causas, las relaciones
clases sociales y estructuras familiares,entre padres e hijos y los
conflictos generacionales las influencias de la religión y
la moral y su grado de cohesión, las diferencias entre familias
de ámbito rural y urbano, y otros muchos aspectos de esta específica
agrupación humana.
Con este ejemplo puede apreciarse que la sociología, al estudiar
un grupo humano concreto, la familia lo considera, como un fenómeno
social peculiar,con sus pautas de conducta generalizables, y se sirve
de otros ámbitos de conocimiento (la moral, el derecho, la
política, la psicología, la antropología, la
economía etc.) para alcanzár una mayor profundización
del fe nómeno estudiado.
Al mismo tiempo, la sociología no se limita a estudiar aspectos
concretos de esta institución sino que efectúa estudios
comparados con instituciones sociales y análisis relativos
al papel que ocupa la familia en una sociedad global de determinada.
Además, al igual que hace cualquier disciplina científica,
intenta extraer, a partir de la compleja multiplicidad de fenómenos
repetidos, leyes generales o universales de conducta social, referidas,
claro está al fenómeno de que se trate.
Ahora
bien, el objetivo de la sociología no es solo realizar estudios
concretos sobre fenómenos sociales sino también, como
ya se ha dicho, elaborar teorías sobre la realidad social.
Por ello, la sociología
a la vez empírica
y teórica.
La sociología es empírica
porque su metodología se basa en la acumulación
de conocimientos sobre fenómenos concretos, cuantificables
y comprobables.Los métodos utilizados varían según
el tipo de investigación (desde las encuestas rigurosamente
realizadas, hasta el manejo de datos estadísticos; desde el
estudio histórico que conforma un determinado fenómeno,
hasta el análisis de sus causas. Pero todos ellos deben atenerse
a los postulados fundamentales que condicionan cualquier ciencia social.
Al mismo tiempo, la sociología es una disciplina que
elabora teorías generales sobre el funcionamiento de
la realidad social o de una parte de la misma. La teoría sociológica
universaliza, o sea integra, los conocimientos que los estudios empíricos
parciales aportan, un intento de producir generalizaciones o leyes
de comportamiento de la sociedad y de los grupos sociales: leyes,
proposiciones o hipótesis que sólo la experimentación
posterior dirá si son total o parcialmente válidas.
Desde esta perspectiva, la sociología, al igual que
La historia y otras ciencias sociales, debe permanecer abierta a las
nuevas experiencias y teorías que surjan el decurso del progreso
científico. Es decir nada estás más lejos de
la sociología que la pretensión de
,lograr conocimientos o proposiciones cerradas «universal y
permanentemente» válidos.
Cuanto más general es el alcance de una teoría sociológica,
más difícilmente comprobable y experimentable es su
validez. Evidentemente, en toda época histórica existen
mentes lúcidas que osan elaborar hipótesis y especulaciones
sugestivas sobre el devenir social y político, pero que, por
su mismo carácter, pertenecen al terreno de la filosofía
social.
La tendencia actual de la sociología se orienta hacia formulación
de teorías de alcance medio basadas en sus resultados de observaciones
empíricas experimentadas,repetidas y comprobables, que cubren
aspectos limitados o parciales de la realidad social.
Un ejemplo de este tipo de estudios es la obra de Durkheim sobre el
suicidio, publicada en 1897, en la que este sociólogo, a partir
de un fenómeno social aparentemente limitado, perteneciente
al ámbito de lo estrictamente privado, intentó encontrar
las causas sociales del mismo, sus interrelaciones con otros fenómenos
sociales, políticos o religiosos, su grado de intensidad según
las diversas culturas, etcétera. En suma: acumulación
de datos objetivamente comprobables y acumulables, pero ordenados
de forma sistemática a la luz de un método de análisis
teórico previamente escogido, para extraer unas conclusiones,
unas hipótesis, que, una vez contrastadas con otras preexistentes
sobre el mismo fenómeno, permitan la universalización
y la generalización, características del conocimiento
científico.
La
sociología es una ciencia joven. Ya en el siglo
XVIII con la ilustración, surgió una profunda preocupación
intelectual hacia el hombre y la sociedad. Esta preocupación
se orientó preferentemente hacia la filosofía de la
historia y la filosofía política. En el siglo XIX aumentó
el interés por los temas sociales como consecuencia de las
grandes transformaciones socioeconómicas suscitadas por la
revolución industrial y el capitalismo. La palabra «sociología»
fue acuñada por el científico social francés
Auguste Comte, que en las décadas de 1830 y 1840 publicó
una serie de estudios que constituían un primer esbozo de análisis
global de la sociedad realizado con métodos científicos.
En la segunda mitad del siglo XIX se incorporaron al nuevo saber una
legión de estudiosos cuyas preocupaciones intelectuales se
orientaron primordialmente hacia el objetivo de estructurar la sociología
como una ciencia independiente, positiva, capaz de formular las grandes
leyes de la evolución social, en la creencia de poder aplicar
a las ciencias del hombre métodos de análisis semejantes
o paralelos a los de las ciencias de la naturaleza.
Este
periodo, que podría denominarse «clásico»,
fue fuertemente criticado por los especialistas de las restantes ciencias
sociales, que veían en la sociología una ciencia integradora
con la pretensión de abarcar a todas las demás disciplinas
del hombre. Ya en pleno siglo XX, el período de madurez de
la sociología se ha caracterizado por el perfeccionamiento
de los métodos de investigación y su aplicación
a campos más delimitados del conocimiento social.
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