Conceptos
preliminares:
Vamos a soltar unas cuantas generalidades sabidas por todos: cuando
se abre la válvula de escape a la mitad del ciclo de escape,
un chorro de gas a una enorme temperatura y velocidad (aún
posee muchísima energía, que podemos emplear en
mover un turbocompresor, por ejemplo) sale a través de
los conductos de la culata hacia los colectores de escape, buscando
el exterior. En principio, lo que tenemos que hacer es evacuar
rápida y eficazmente esos productos de desecho para dejar
paso en la cámara de combustión a nueva carga fresca.
Esa será la obligación principal del sistema de
escape.
Formación
de las ondas:
Y ahora, que se que os gusta, un poco de teoría!!! Cuando
la válvula de escape comienza a abrirse, pone en contacto
dos recintos con una enorme diferencia de presión, una
cámara de combustión repleta de gas que aún
continúa su proceso de expansión, y un colector
a una presión próxima a la ambiental. Esta brusca
diferencia crea una onda de presión, que se desplaza por
el sistema de escape a una velocidad superior a la de los propios
gases (esto os lo creéis, porque demostrarlo es un coñazo
supremo), poniendo a los gases en movimiento a su paso.
La magnitud de estas ondas de presión depende de lo brusca
que sea la maniobra de apertura de la válvula que comunica
ambos recintos. Así pues, a altas revoluciones, y con un
perfil de leva de escape muy agresivo (rápida alzada de
válvula), la onda de presión creada será
mucho mayor, y mayor importancia cobrará el aprovechar
sus efectos en nuestro favor.
Propagación
de las ondas:
Una onda viaja a través del tubo de escape hasta llegar
a alguna singularidad que la modifique:
-un
final abierto. como puede ser el caso de la salida
del silencioso. En este caso la onda de presión se ve reflejada
convirtiéndose en una onda de rarefacción (depresión)
que viajará en sentido opuesto de nuevo hacia el motor
-un final cerrado.
La onda de presión se refleja como otra onda de presión
de las mismas características. Por decirlo de otra forma,
rebota contra la pared, como lo harían las ondas en un
estanque. Sería el caso de los resonadores (cámaras
cerradas conectadas al colector de escape mediante una válvula
regida electrónicamente) en los motores 2T.
-un final parcialmente abierto.
es decir, un ensanchamiento o conducto divergente. En él,
parte de la onda sigue su camino, y parte es devuelta como una
onda de rarefacción. Si el ensanchamiento es brusco, la
reflexión parcial también lo es; si es progresivo,
la onda de rarefacción se va formando a lo largo del tiempo
y permite aprovecharla durante un mayor espacio de tiempo (pero
llega de forma más suave).
-un final parcialmente cerrado.
Lo mismo, pero la onda parcialmente reflejada sería de
presión. De igual forma puede haber un estrechamiento brusco
o un conducto convergente que cree una onda reflejada más
progresiva.
-una bifurcación.
como la que tienen algunos motos con escapes 4-2-1-2 (una XX,
por ejemplo). Al llegar una onda de presión a la bifurcación,
ésta se divide entre los dos ramales. Si la sección
aparente de los dos tubos es superior a la del tubo origina, se
formará una onda de rarefacción que retrocederá
por el tubo inicial (ya que se trata de un extremo parcialmente
abierto)
-una unión.por
ejemplo, cuando se llegan a unir los colectores que provienen
de cada cilindro en un 4-2-1. Se comporta como si de una bifurcación
se tratase, porque de hecho, lo es. Parte de la onda seguirá
el camino “lógico” hacia la salida del escape,
y la otra se colará hacia el cilindro adyacente; y parte
retrocederá convertida en una onda de depresión.
Maximizar
la potencia:
En este apartado, trataremos del diseño del escape con
el objetivo de maximizar el rendimiento volumétrico del
motor a plena potencia.
Minimizar
la pérdida de carga:
En circunstancias de máximo régimen, es evidente
que hemos de desalojar lo más rápido posible los
gases quemados de la cámara de combustión. Para
ello hemos de construir un conducto del suficiente diámetro,
ya que las pérdidas de carga por rozamiento aumentan con
el cuadrado del diámetro (evidentemente, a mayor sección,
mejor se evacuarán los gases).
También
se ha de minimizar las singularidades tales como codos, ensanchamientos,
estrechamientos y demás dificultades que se pongan al flujo
de gases. Como podéis observar si apreciáis el recorrido
de un colector de escape, se hace todo lo posible para que las
curvas y los cambios de sección sean lo más suaves
posible, para minimizar ese rozamiento del gas contra las paredes.
Aprovechar las ondas de presión:
He aquí el meollo de la cuestión y la parte más
apasionante del diseño de un escape. En un 4T puedes optimizar
el rendimiento para una u otra franja de potencia (aunque por
lo comentado anteriormente, siempre será más efectivo
hacerlo a altas revoluciones, donde las ondas de presión
son mucho mayores, y donde mayor es el riesgo de que nos destrocen
el rendimiento si hay una mala coincidencia de dichas ondas, como
veremos a continuación). En un 2T un cambio de escape puede
hacer que el motor se comporte de manera completamente diferente.
Motores
4T:
Vamos a ponernos en el caso más sencillo de un motor monocilíndrico.
Como hemos dicho antes, la rápida apertura de la válvula
de escape crea una onda de sobrepresión que viaja a través
del colector hasta la salida del escape. Ahí, se ve reflejada
como onda de depresión, retrocediendo camino del motor.
Si cuando llega esta onda de depresión, está la
válvula de escape abierta,esto crea una depresión
en pipa de escape que nos ayudará a vaciar de gases residuales
la cámara de combustión, lo cual es esencial cuando
el motor va a toda caña para poder introducir mayor cantidad
de mezcla (si parte del volumen de la cámara, está
ocupado por gases, será menos cantidad de mezcla la que
entre??menor potencia). Por lo tanto, al mejorar el barrido de
los gases de escape, esta nuestra querida onda de depresión
hace que el rendimiento volumétrico aumente, la curva de
potencia pegue un buen pico, y nuestro culo sea arrastrado con
un agradabilísimo patadón al llegar a ese régimen.
En este caso decimos que el escape está sintonizado para
ese régimen determinado.
Digo régimen determinado porque la velocidad de las ondas
es sensiblemente constante, pero el régimen del motor no.
Así, si para un régimen la onda de depresión
llega en el momento apropiado, a mayor régimen, llegará
ya tarde, porque el motor habrá girado más y estará
ya la válvula cerrada. Igualmente, para un régimen
menor, se encontrará la válvula aún cerrada.
La forma que tiene el diseñador de controlar cuando llegan
es variando la longitud de los diferentes tramos de que se compone
un escape. Al ser la velocidad aproximadamente constante, longitud
es equivalente a tiempo, y el tiempo desde que sale la onda hasta
que vuelve en el momento correcto sólo se dará a
un cierto régimen (o a sus múltiplos).
Si cuando llegue esa onda de depresión la válvula
de escape está cerrada, la onda se comportará como
ante un extremo cerrado, y devolverá una onda de presión
que de nuevo viajará hacia la salida del escape.
Ahora imaginamos lo peor: que llegue una onda de presión
en el momento en que nuestra válvula está abierta.
Los gases dejarán de salir, o por lo menos lo harán
con mucha mayor dificultad. Eso significa que mientras estemos
en este régimen, la moto se quedará clavada, como
sin gasolina (lo cual es casi lo que pasa, ya que no la puta onda
de sobrepresión no deja que entre la suficiente mezcla
al motor). Esto se refleja en una inflexión en la curva
de par que todos sabemos lo que jode hasta que sales de ella.
Bueno, pues este es el caso de un monocilíndrico. En un
motor con más de un cilindro, las ondas de uno se bifurcan
y interactúan en los demás cilindros. Según
la distancia a la que vayamos uniendo los colectores de los distintos
cilindros, y de qué forma lo hacemos, podremos optimizar
de una u otra forma el funcionamiento a
diferentes regímenes.
En
general, en el caso de un tetracilíndrico, es habitual
la disposición 4-2-1, que crea dos ondas de menor amplitud,
y por lo tanto nos permiten obtener un motor elástico ,más
cuanto mseparados estén las primeras uniones (4-2) de la
segunda (2-1),que si lo hiciésemos directamente en 4-1,
más común en motos de competición, donde
se crea una sola onda, más amplia,que actuará en
un solo intervalo de revoluciones.
Se
supone que si unimos los cilindros contiguos en el orden de explosión
(1-4 , 2-3) nos beneficiaremos de mayor potencia en alta, que
si unimos los cilindros contiguos físicamente (1-2 , 3-4).
Sin embargo, la comunicación de varios colectores mediante
el uso de compensadores, complican aún más la situación.
Me
es obligado hacer un inciso para un aspecto que casi todo el mundo
coincide: aunque estemos tratando aquí de las pulsiones
en el escape, de forma análoga tienen lugar en los conductos
de admisión, siendo diseñados éstos para
que llegue una onda de presión antes del cierre de la válvula
de admisión, pudiendo incrementar de esta forma el rendimiento
volumétrico, pudiendo decir que la admisión está
sintonizada. De igual forma al escape, la distribución
de los órganos de admisión, en concreto el filtro
y la caja del filtro de aire, hacen de silenciadores de los ruidos
de admisión.
En
resumen, si analizamos las variaciones de presión en cualquier
punto de los colectores de admisión o escape, nos encontraremos
con una ensalada de ondas que viajan en uno u otro sentido, provenientes
del propio cilindro o de los adyacentes, o reflejadas en cada
una de las singularidades de la conducción (uniones, ensanchamientos,
salida del tubo...). Armonizar todo ese desbarajuste aparente
para que nuestras queridas ondas jueguen a nuestro favor y nos
den esos caballitos de más “gratuitos”, sólo
está al alcance de las fábricas y de unos pocos
artistas como los señores de Akrapovic o Yoshimura. Lo
de gratuitos no es evidentemente que los escapes sean precisamente
regalados, sino que se trata de aumentar el rendimiento del motor
sin forzarlo ni extremar las condiciones de su rendimiento, sin
añadir piezas con peso adicional...simplemente utilizando
con inteligencia esos pulsos de presión que producen las
válvulas al abrirse y cerrarse bruscamente.
Así,
la única forma de comprobar el buen diseño de un
tubo es probando el rendimiento del motor en el banco de potencia,
después de obtener un reglaje de carburación óptimo.
Este detalle es importante, ya que cada tubo, al afectar a la
forma en que la moto “respira”, necesita unos reglajes
de carburación propios.
Motores 2T:
La problemática en los tradicionales motores de dos tiempos
es mucho más severa, debido a la simetría que existe
en el diagrama de distribución respecto del PMI debido
a la utilización de lumbreras que va descubriendo el pistón.
Siempre es más complicado el llenar de carga el cilindro
que en desalojar los productos quemados (ya que éstos poseen
una presión bastante grande que facilita su evacuación).
Así, al ser el recorrido de admisión forzosamente
igual al de escape, siempre anda justa la primera (y metemos menos
carga), o sobrada la segunda (yéndose carga por el escape).
Si analizamos el ciclo de un dos tiempos, nos encontramos con
dos problemas:
-Una vez que ha tenido lugar la ignición, el pistón
baja descubriendo la lumbrera de escape y empezando el escape
espontáneo. Pero cuando está el pistón en
las inmediaciones del PMI, ya la presión dentro de la cámara
ha bajado mucho, y sin embargo el pistón aún se
está moviendo muy lentamente para empezar el barrido de
los gases de escape. Por esto, sería conveniente que llegase
en este momento una onda de depresión para ayudar a sacar
los gases de escape, y así bajar la presión dentro
de la cámara para permitir la entrada de más carga
fresca procedente de la lumbrera de transferencia.
-Una
vez pasado el PMI el pistón empieza a subir, cerrando la
lumbrera de transferencia y comprimiendo la carga fresca. Pero
la lumbrera de escape aún estará un cierto ángulo
? abierta, y se expulsará parte de la carga (que tanto
nos ha costado meter) por el conducto de escape, originando contaminación
y...una fuerte pérdida de potencia. Por lo tanto, en este
momento necesitamos que llegue una onda de sobrepresión
que tapone el colector de escape para evitar esa fuga de carga
fresca.
Así, en dos momentos muy próximos, necesitamos que
llegue una onda de rarefacción que extraiga los gases y
a continuación, una onda de presión que impida que
salga la carga fresca. ¿Parece mucho pedir, no? Pues no,
para eso está el tubarro.
Como todos sabéis, el tubarro es esa panza que tienen los
escapes de los motores dos tiempos. Como hemos explicado, en la
parte divergente del tubarro, se formará la onda de rarefacción
que necesitamos. En la parte convergente del tubarro, se formará
una onda de presión, reflejada de la que salió del
mismo cilindro.
Es
frecuente que la parte divergente, tenga un ángulo menor
que la parte convergente. Ello es debido a que la primera onda
se puede crear de una forma más progresiva ya que tiene
más tiempo para actuar. En cambio, la onda de presión
debe actuar muy enérgicamente en muy poco tiempo, justo
el que va desde que el pistón cierra las lumbreras de transferencia,
hasta que se cierre la lumbrera de escape, y quede la cámara
de combustión sellada.
Variando la forma del tubarro, obtendremos un motor más
o menos radical. Esto es, si los ángulos de divergencia
y convergencia de las paredes del tubarro son mayores, las ondas
serán de mayor amplitud, pero serán más cortas
en el tiempo, por lo que llegarán en el momento apropiado
en un margen más estrecho de revoluciones. Con lo que tendremos
un motor más potente pero solo en esa franja bendita, luego...na
de na.
Por supuesto, es evidente que variando la longitud inicial del
colector que une culata y tubarro, variaremos el tiempo en que
llegaran las dos ondas que se creen en él, y por lo tanto
a qué régimen actuarán. Un tubo corto, con
un tubarro casi pegado al motor, será propio de motores
que sintonizan a muy altas vueltas.
Siguiente>>
|
|
|